viernes, 31 de diciembre de 2010

Jailbreak y otras hierbas

Un fenómeno reciente, que no nuevo, es el jailbreak. Consiste en modificar un determinado dispositivo para que pueda aceptar software o modos de funcionamiento no previstos por el fabricante.
Uno parece ser una especie de delincuente por el mero hecho de desafiar a Sony o a Apple instalando y ejecutando aplicaciones no autorizadas por ellos.

Hace unos años, no muchos, algunos distribuidores y ensambladores vendían los PCs precintados con el aviso de que romper ese precinto suponía perder la garantía.
Algunas personas consideraban lógica esa limitación que, nos guste o no, tiene su razón de ser. Si abres un PC te lo puedes cargar. ¡Claro que sí!
Pero esto es como si un fabricante de coches te indicara como, por donde y a qué velocidad debes circular.
¡Oiga, que ha perdido usted la garantía de su coche por meterse por dirección prohibida!
¿Y qué tendrán que ver las gónadas para comer gramíneas?

Con los PCs pasaba lo mismo. Pero eso tenía una serie de problemas. El primero era que uno no tenía forma (fácil) de ver qué era lo que había comprado. Siempre puede verse por software qué es lo que un PC tiene montado pero ver como va cableado, o dispuestas las tarjetas, eso no hay forma de verlo más que a ojo directo. El segundo era que tampoco se podía ampliar o sustituir el hardware sin perder la garantía.
Bueno, sí. Pasando por el vendedor y cotizando en caja.

Los tiempos han cambiado, afortunadamente. Sin embargo algunos fabricantes aún viven en el siglo XX. O en el XIX, no sé. Existe un paradigma que es el hardware propietario.

Digamos que hay un consorcio de fabricantes que pretenden vendernos un hardware que sólo corra software aprobado por el fabricante. Si el que corremos no dispone de la marca de agua apropiada, nuestro hardware no funcionará. ¡Todo perfecto! Sería, como en el caso del coche, que la centralita viniese programada por la DGT y se nos calara el motor a la hora de entrar por prohibida o superar el límite de velocidad.


Poca gracia nos haría si tuviéramos que llevar a un enfermo a un hospital. O si el prohibido que nuestro coche se niega a franquear fuera la única opción por existir -por ejemplo- un corte provocado por una obra.

En fin. Que los fabricantes, como los políticos, nos toman por tontos y nos tratan como tales.
Lo único que podemos hacer es ser conscientes y NUNCA comprar hardware para el que no tengamos una libertad total de uso.
Las limitaciones nos las pondrán otros y será nuestra decisión respetarlas o no y afrontar las consecuencias. Pero nunca tener que esperar que nuestra máquina decida por nosotros qué está bien y qué esta mal. Aunque llevara razón.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

El intrusismo en el sector

Si no recuerdo mal, la titulación superior en informática, en España, empezó bien entrada la decada de los ochenta del pasado siglo.
Hasta entonces, no sólo los "telecos", sino físicos, matemáticos e (extendiendo el área de influencia) ingenieros en general y titulados superiores en ciencias ocuparon los puestos de responsabilidad en el sector porque no había otra cosa. Desde entonces a ahora ha pasado un poco de todo.

Naturalmente es de lógica que sean titulados superiores en informática e ingenieros de telecomunicaciones los que se repartan el trabajo en este sector. Pero no por eso se ha de expulsar del sector a quienes no lo son pero han demostrado, bien por experiencia, bien por formación complementaria, habilidad y conocimientos suficientes como para ejercer su profesión con unos niveles de competencia más que adecuados.

Por eso yo a veces distingo, en todo cordial y amistoso por supuesto a los informáticos de carrera y a los informáticos chusqueros. Y cito del D.R.A.E.:
Dicho de un suboficial o de un oficial del Ejército: Que ha ascendido desde soldado raso.

A todos nos viene a la cabeza el sargento Arensivia. Sargento chusquero donde los haya. Ascendido a suboficial por antiguedad o por aburrimiento.

El informático chusquero no ha pasado por la facultad o escuela (o al menos, no por la que han pasado sus compañeros) y probablemente se ha ganado los galones a base de sudor y de realizar tareas poco reconocidas y mal pagadas. Pero no suele ser un mediocre. Tampoco se ha de menospreciar a los pioneros que empezaron a levantar las primeras redes y los primeros sistemas.
Por eso yo hago aquí una defensa encendida de los informáticos chusqueros. No somos intrusos, nos hemos ganado a sangre y fuego nuestro sitio y tenemos el mismo derecho que cualquiera a considerarnos informáticos.

Pero esto no quita para no admitir que lo que fue válido antes tiene que dejar de serlo en breve.
Es absurdo perder unos años de tu vida entre probetas y tubos de ensayo para luego trabajar con bits, bytes y bytecodes. No tiene sentido y es un desperdicio de talento y de dinero que nuestro país no puede permitirse. Y, además, contribuye a "encanallar" el sector y a tirarlo por tierra.
Una cosa es liberalizar y otra el c*** de la Bernarda.
Cuando voy al médico yo quiero que me trate un médico. No un biólogo. Que sí, que sabrá mucho de medicina y será muy buena gente. Pero las cosas han de ser como debe ser y los nuevos informáticos que se vayan incorporando al mercado deben ser informáticos. Y si sobran físicos, químicos y matemáticos, estos se tendrán que dedicar a otra cosa.

En fin, que acabo de poner una vela a Dios y otra al diablo...

lunes, 13 de diciembre de 2010

Cómo alcanzar el éxito en el sector informático

Interesante artículo el publicado en "Adictos al trabajo". Os paso el link y os recomiendo su lectura.
Es muy interesante.
Como alcanzar el éxito

Roberto Canales Mora, el autor, enhebra bien lo que parece basado en su experiencia. Incluso lo plasma en una especia de comic.

La verdad es que es un ejemplo de superación, esfuerzo, audacia y supongo que, porque no, algo de suerte que nunca viene mal.
Volviendo al artículo "Cómo alcanzar el éxito en el sector informático" Roberto asemeja una catedral al estilo del Priorato de Kingsbridge. Es una exposición elegante y equilibrada. Tienes que tener unos buenos cimientos (formación), unos grandes contrafuertes (gente que te apoye) para ir creciendo y llegar al éxito.

Bueno, eso esta muy bien pero yo diría que deben darse unas condiciones tan específicas de forma simultánea en el tiempo y en el espacio que no todos los que -quizá- merecerían el éxito llegan a alcanzarlo.

A mí me gustaría tener una idea brillante como Mark Zuckenberg (o algo así) y crear Facebook. O como Larry Page y Sergei Brin que montaron Google. Incluso como Jerry Yang y David Filo, que antes que Google abrieron Yahoo.

Pero Google es EL buscador. Yahoo es sólo UN buscador. Pero no quiero apartarme del tema.

En informática se puede triunfar. Hay que trabajar duro, tener buenas ideas y algo de suerte. Pero ahí fuera te están esperando con el cuchillo desenvainado para insertártelo en el tercer espacio intercostal. Así que no es tan bonito como algunos pintan. Sí, sí, esfuerzo, formación... y terminarás, con suerte, arreglando impresoras. Menudo destino.

Recuerdo una de las primeras escenas de la película "La vida de los otros". En la academia de la Stasi un joven aspirante pregunta a su profesor si no será demasiado duro el trato a los detenidos.
El profesor, marca una x junto a su nombre. Después de eso el espectador se pregunta si el alumno simplemente nunca habría de superar la formación como agente o si directamente sería enviado a un programa de reeducación en algún Gulag de la Unión Soviética.

¿Hay que ser un hijo de .... para triunfar en el sector informático en España? Dejémoslo en que no es condición indispensable pero que... todo ayuda.

martes, 7 de diciembre de 2010

Huelga de controladores. ¿Para cuando una de informáticos?

El puente de la Constitución de 2010 pasará a la historia como aquel en que, en democracia, se activaba en España el estado de alarma. El motivo fue la huelga salvaje, encubierta eso sí, de los controladores de vuelo.
No entro a valorar la cuestión pero mi pregunta es, ¿qué pasaría si en España se hiciera una huelga salvaje de informáticos?

Por suerte o por desgracia, los informáticos que nos preciamos de serlo presumimos de la estabilidad de nuestros sistemas. O, dicho de otra manera, muy malos informáticos seríamos si nuestros servidores necesitaran de nuestra presencia física para funcionar.
Gracias a eso, podemos enfermar, tomarnos días libres e irnos de vacaciones y nuestros ordenadores seguirán funcionando. Evidentemente eso nos distingue de los controladores. Un controlador no puede dejar un avión en el aire e irse a su casa esperando encontrarlo al día siguiente donde lo dejó.

Por tanto, si todos los informáticos de España decidiésemos ir a la huelga, de forma simultánea y total probablemente no pasaría nada al principio. No sería necesario que el gobierno nos militarizara ni insinuase posibles delitos de sedición.

Ciertamente podriamos apagar los sistemas o bloquearlos antes de abandonar nuestro puesto de trabajo lo cual posiblemente fuera incluso delito. Por supuesto, rechazo cualquier forma de protesta basada en tales acciones.


No obstante, la caída de determinados servicios informáticos, estrangularía la actividad del país. No sólo la económica. No digo que los informáticos debamos dar por donde amargan los pepinos al resto del país para defender nuestros "privilegios" (cobrar sueldos de miseria en condiciones precarias aguantando impertinentes) pero habrá que valorar si, como otros colectivos, no merecerá la pena poner un día al país contra las cuerdas y forzar al gobierno a ponernos en estado de alarma. O de excepción. O de sitio. Para que se hable de nosotros, aunque sea mal.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Reiniciar un servidor

Bueno esto no es tan malo.

Si es posible se hace en remoto, desde casa (si te dejan) a deshoras. No incordias a nadie, no te incordian a tí y te sirve de excusa para llegar más tarde al día siguiente o escaparte antes a la hora de salir.
Vale.

A veces hay que reiniciar en mitad de la jornada porque, por lo que sea, el sistema empieza a ir lento y la gente a quejarse. A mí (modestia aparte) no me suele pasar mucho. Pero algunas veces sí

El caso es que a veces te toca reiniciar un servidor crítico. Uno de esos que casi no te atreves a tocar. Sientes como un respeto reverencial ante él porque sabes que es el centro neurálgico no sólo de "tu" sistema, sino también de la empresa.

Y cuando lo haces y estás haciendo un ping sostenido para ver cuando vuelve a subir hay un momento en el que sientes una opresión en el pecho. Te cuesta respirar y notas como las venas palpitan en tu cuello porque,
¿y si no arranca? ¿Y si ya no vuelve a reiniciar?

En una ocasión me avisaron porque un servidor estaba pitando. Tuve la (in)feliz idea de reiniciarlo y, para ser sinceros, no recuerdo exactamente el mensaje de error que daba pero había fallado la tarjeta RAID. Lo supe porque mientras arrancaba se cargó toda la información que había en los discos.
Fascinante.

Prometo abrir otra entrada para contar esta "batallita" que resolví razonablemente bien a base de tiempo, dinero y dolores de cabeza. Suerte que tenía un backup bastante bueno.

En cualquier caso, siempre tengo en la cabeza estos datos:
El periodo máximo de inactividad que puede soportar una empresa sin poner en peligro su supervivencia es de:
- Sector seguros: 5,6 días
- Sector fabricación: 4,9 días
- Sector industrial: 4,8 días
- Sector distribución: 3,3 días
- Sector financiero: 2,0 días
(Tomado del capítulo 5 del "Libro Electrónico de Seguridad Informática y Criptografía" autor: Jorge Ramió) Criptored (Libro electrónico)

Esto también daría para otra entrada, pero vuelvo a lo que intentaba expresar: la ansiedad que se sufre cuando reinicias un servidor, crítico, ante la perspectiva poco probable pero no imposible de que el proceso de reinicio pueda poner de manifiesto algún problema que termine poniendo el servidor fuera de juego.

Cuando por fin ves que levanta y puedes comunicar a todo el mundo que pueden volver a entrar, exhalas un suspiro de alivio y te preguntas cuando será la próxima vez.