lunes, 3 de agosto de 2015

Como no nombrar los servidores

Uno de los privilegios de los administradores de sistemas es nombrar las máquinas que se instalan.

Cierto que hay por ahí normas de seguridad y que no conviene dejar muy clara, o expuesta en la red, la funcionalidad de los equipos. Por tanto cada vez tienden a verse menos máquinas tales como MAILSERVER, o PROXYSRV, o PRINTSRV

Cierto que en organizaciones grandes no están para muchas tonterías y los nombres suelen ser abstractos; bastante frios y asépticos. Pero cuando no es imprescindible, los administradores suelen darse el gusto de nombrar esas máquinas de acuerdo con sus gustos, aficiones o simpatías.

En general siempre suele haber una línea. Parece ser que son típicos los dioses griegos, los personajes de LOTR, estrellas y planetas, etcétera. El abanico es inabarcable.

No obstante en tono mitad jocoso, mitad serio, me gustaría enunciar algunas reglas interesantes que tener en cuenta a la hora de nombrar servidores.

  1. Los nombres que sean claros y no muy largos. Llamar Schrödinger a un servidor no es buena idea si alguien tiene que conectarse al servidor y no sabe ni como se escribe.
  2. Los nombres que puedan resultar polémicos deben descartarse. No sé qué pensarían algunos si viesen un servidor llamado Hitler en su red. Y evitemos susceptibilidades. Yo no pondría Bárcenas al servidor de tesorería.
  3. Un mínimo de elegancia. No creo que a nadie le guste tener sus ficheros en un servidor llamado Mierda.
  4. Usar personajes de Star Trek, de Star Wars o de Harry Potter tal vez puedan hacer creer que el administrador es un poco "friqui", pero entra dentro de lo aceptable. Será más difícil plantear estrellas porno para nombrar dichos servidores.
  5. Si nombramos, nombramos bien. No quisiera yo ver por ahí un servidor llamado Hafrodita.
  6. Debe evitarse también vincularlos a personas. Lo de Paco_Server está muy bien pero se supone que somos profesionales informáticos y que no estamos desbrozando la era.
  7. Por último, evitemos los sentimientos. Tan inapropiado es llamar a un servidor QueguapoquesoySRV como Estaempresaesunamierda_Server.
No olvidemos que vamos a tener que escribir bastantes veces el nombre de nuestros servidores y que también tendremos que facilitárselo a terceras personas.

La informática (y el cine) hace veinte años...

Excelente película la de Alejandro Amenábar. Imprescindible para cualquier cinéfilo.


Cinta de 1996. De hace casi, casi, veinte años. Veinte años no es nada, decía Gardel.
Bueno, tal vez sí.

El otro día la pusieron en TV y aunque disfruté viéndola, casi sufrí un amago de parada cardiorespiratoria en una de las escenas. Por cierto, mi agradecimiento a ‏@MarkelGoiko por enlazar a la imagen en su twitter.


Sin entrar en demasiados espoilers, resulta que en el servicio técnico guardan ¡en un disquette de 3 1/2 el listado de clientes!

Seguramente en la tienda de chuches de la esquina se toman más en serio su contabilidad.

Uno de sus protagonistas ¡coleccionaba porno en cintas VHS! ¿Qué habría sido de él de conocer Porntube?

Y podríamos seguir describiendo cosas que en 1996 eran normales pero ahora nos parecen simplemente fuera de lugar. Naturalmente profesores fumando en las aulas, ausencia de teléfonos móviles en fin...

Pero nos vamos a Matrix, de 1999.


Ves el teléfono de Neo y te da la risa.




Nokia 8110. Lujo oriental, por aquel entonces. Lo mejor de lo mejor. Ahora, cualquier móvil chino de gama baja le supera en todos los aspectos. Aunque lo de desplegarlo con una sola mano y quedarte con la peña, todavía tendría su aquel.

Enternecedora también la escena en que el joven energúmeno que se hace pasar por James T. Kirk en la película de J.J. Abrams maneja el Nokia instalado en el coche.





Curioso que el Nokia Tone siga sin cambios en el siglo XXIII.

En fin, dentro de veinte años seguiremos sorprendiéndonos.