viernes, 1 de octubre de 2010

La lacra del spam, y como ayudar a que haya más y más

Hace poco leí que habían denunciado a una empresa porque envió copias de un correo a un montón de gente y, todo el mundo supo las direcciones del resto de destinatarios.
Pues, LOPD, sanción, etcétera. Lo normal.

Pero, claro, el responsable de ese mailing no hizo más que lo que haría cualquier usuario normal, no ya en la empresa sino en su casa.

Cuando te llega un chiste gracioso, lo mandas a toda tu lista de contactos. Y si tiene 10 MB, mucho mejor. Y si, además, es una cadena de esas de "pon tu dirección de correo al final", entonces ya es el rien ne va plus.

Así que en poco tiempo, tu dirección de correo acaba en manos de spammers de vete-tú-a-saber-donde que la usarán con tanta asiduidad que hasta recibirás correos de tí mismo, proponiéndote negocios, venta de viagra, cobro de herencias, etcétera, etcétera.

Yo he llegado a una determinación. Tengo una cuenta-basura para que mis amigos y familiares me manden toda la porquería que encuentren y otra, de verdad, para cosas serias y comunicarme con gente que entiende el correo como una herramienta útil y no como un canal de distribución de chistes.

La verdad es que los servidores de correo están incorporando técnicas anti-spammer muy buenas. Pero hay una, la mejor, la más fácil y barata que casi nadie la usa:

LA COPIA OCULTA DE CORREO.

La copia oculta de correo es como el carril derecho de las autopistas. Nunca se usa.

Sin embargo, a base de sanciones y de spam la gente va dándose cuenta que la dirección de correo electrónico de una persona o una empresa no debe ser divulgada a terceros sin control.
Y algunos usuarios "avanzados" empiezan a usarla tímidamente después de recibir sesiones intensivas de los departamentos de sistemas intimándoles a usarla de forma habitual.

Lo de hacer que la gente vaya por el carril derecho de las autopistas... eso es más complicado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario