The proof of english
¡Lo sé, lo sé! El encabezado está muy mal pero es que así me meto en harina.
Haber si no sabemos escribir correctamente en castellano pero luego tenemos un nivel de inglés casi británico (quién no se haya echado ya las manos a la cabeza viendo la falta de ortografía que he cometido, está tardando en matricularse en una academia)
Y todo esto fue antes del Brexit, que igual ahora tenemos que hacer las cosas de forma diferente.
El caso es que convocados los aspirantes, la primera prueba tendría lugar en un aula enorme que habíamos reservado. La prueba de inglés la organizaba físicamente una empresa externa que tenía las certificaciones adecuadas para garantizar el nivel.
El Tribunal, empero, estuvo presente durante la realización de la prueba y allí nos presentamos todos. Los chicos con nuestros trajes, corbatas y caras muy serias. No es que seamos unos bordes ni unos antipáticos pero tampoco queríamos transmitir una sensación que no fuese de cierta formalidad.
Empezaron a aproximarse personas y nos intercambiábamos miradas escrutadoras ¿Solo pasarían por delante de la puerta? ¿O estaban haciendo tiempo hasta que comenzásemos el llamamiento?
¡Y llegó el llamamiento! Varios de los que estaban sentados en las proximidades se aproximaron. En la puerta había carteles (luego no había duda de lo que ibamos a hacer ahí dentro) y comenzamos a nombrar por orden de lista.
- ¡Pérez, Fulanito!
- Yo. Buenos días.
- Buenos días. DNI, por favor. Muchas gracias. Pase, por favor.
- ¡Pérez, Menganito!
- Hola ¡qué tal!
- Buenos días. DNI, por favor. Muchas gracias...
Y así. En realidad se presentaron todos menos dos. Más o menos bien. Unos minutillos de cortesía por si alguno llegaba corriendo y... se cierran las puertas. Todo con puntualidad británica.
Buenos días. Gracias a todos por venir a la prueba, bla, bla, bla, bla...
La prueba se hará de esta manera, y tal y tal (como decía Jesús Gil)
Si están preparados, vamos a comenzar.
El examen se desarrolló con normalidad y sin incidencias. Se recogieron los ejercicios, se redactaron las actas correspondientes y quedamos a la espera de que la empresa externa nos remitiera las notas.
The correction of the proof of english
Transcurridos unos días se nos convocó para analizar los resultados y elaborar la lista de candidatos que habían superado la primera prueba. La empresa de idiomas nos entregó un listado con varias columnas y nos hizo una sugerencia sobre el criterio que aplicar.
Se consideraba que podría ser aceptable un margen del 10% por debajo del baremo exigible.
Como también ponderar las diferentes puntuaciones pudiéndose compensar una parte del ejercicio no demasiado brillante con otra que hubiese tenido mejor valoración.
Los números y calificaciones los daba la empresa de idiomas y quedaba a criterio del Tribunal determinar a qué altura ponía el listón y si quería valorar apartado por apartado o hacerlo del conjunto.
En ésto estuvimos todos de acuerdo no estabamos buscando expertos en la lengua de Shakespeare, sino técnicos informáticos. Con tener un nivel de inglés razonable nos valía así que procuramos apretarles las tuercas al mínimo para que pasase el mayor número posible de candidatos.
Con cierto pesar, tuvimos que decir adios a una tercera parte, más o menos, de los candidatos.
Las bases eran claras y aunque se nos permitía cierta benevolencia, si alguién no estaba a la altura no podríamos dejarles continuar el proceso.
Habiendo quedado atrás la prueba de inglés, ahora comenzaba la parte importante de la oposición...
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