El Consul Quinto Arrio, comandante de la flota romana, baja a inspeccionar las filas de galeotes de su nave (saltad al minuto 5:45)
Os mantenemos vivos para servir esta nave. Por lo tanto remad... y vivid.
Muy similares las empresas de servicios a las galeras romanas. En las empresas de servicios creo que ya no te dan con el látigo, pero lo de boga de ataque, de combate y de ariete todavía sigue ahí.
Ahora se llama de otra forma. Intervenciones o algo así.
El caso es que Quinto Arrio le suelta a Ben-Hur una gran verdad (mínuto 1:50)
Nunca podrás escapar mientras venzamos nosotros y si nos vencen te hundirás con esta nave encadenado a tu remo.
Eso pasa con las empresas de servicios:
Nunca te subiremos el sueldo mientras tengamos el contrato de servicios. Y si lo perdemos, te irás a tu puñetera casa.
Menudo panorama. Gane quien gane, pierdes siempre.
En la película, Quinto Arrio tiene un detalle generoso con Ben-Hur y éste se lo agradece salvándole la vida. En una empresa de servicios no existen los "detalles generosos". Tal vez debamos encomendarnos a Dios... como Ben-Hur.
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